El Hospital de Panguipulli atraviesa una severa crisis financiera que afectaría gravemente la calidad de los servicios de salud ofrecidos a la comunidad, advirtió su representante legal, hermana Franziska Haring.

El hospital, fundado en 1960, ha operado durante años con recursos ajustados, pero en los últimos tiempos la situación ha empeorado, impactando tanto a pacientes como al personal de la institución, aseguraron desde ese establecimiento.

Entre las principales consecuencias se encuentran la reducción de servicios esenciales, como exámenes médicos, la escasez de insumos básicos, el deterioro de las instalaciones y la creciente desmotivación del equipo de trabajo. Esta crisis afecta de manera particular a los habitantes de localidades aisladas como Liquiñe, Coñaripe, Choshuenco, Neltume y Puerto Fuy, para quienes el Hospital de Panguipulli es el único centro asistencial accesible, según indicaron.

Llamado

“Esta crisis tiene un impacto directo en la salud y bienestar de nuestra comunidad. De no solucionarse, muchas familias se verán obligadas a trasladarse a centros más lejanos, lo que incrementará los costos para ellos”, declaró la hermana Haring.

Ante esta situación, que calificaron de “crítica, el hospital hizo un llamado urgente a las autoridades para que tomen medidas inmediatas. Entre las demandas planteadas, se solicita un aumento del presupuesto para asegurar la continuidad de los servicios médicos, la agilización de los trámites administrativos para evitar retrasos en la obtención de recursos, y la búsqueda de alternativas de financiamiento a través de donaciones y nuevos proyectos.

La hermana Haring expresó su confianza en que las autoridades atenderán la solicitud: “Esperamos que nuestro llamado sea escuchado y se tomen las acciones necesarias para garantizar la sostenibilidad del hospital y la atención médica de calidad para todos.”

El Hospital de Panguipulli ha sido el referente en atención de salud de la comunidad durante más de 60 años, y su situación actual amenaza con dejar desatendidos a los habitantes de la zona, aumentando la incertidumbre sobre el acceso a la salud en la región.